Los caprichos más extravagantes de los famosos
Un solo capricho de los ricos y famosos nos bastaría a algunos para vivir una vida entera. Ellos materializan “simples caprichitos” para los que derrochan una fortuna y todo queda en una pequeña anécdota.
La reina de los despilfarros es Paris Hilton, que desembolsó unos cuantos millones para enterrar a su cabra junto al nicho de Marilyn Monroe.
Julia Roberts, ‘La Novia Fugitiva’ se baña únicamente con agua mineral y ha llegado a amenazar con suspender el rodaje de una película si su caprichito no se cumplía.
Victoria Adams, la mujer de David Beckham, mata sus mañanas y tardes de aburrimiento comprando ropa. Ha llegado a gastar en unas horas más de 350.000 euros.
Marilyn Manson fue acusado por su pianista, Stephane Bier, de malgastar el dinero en comprar objetos nazis o el esqueleto de una joven china. También se llegó a rumorear que se había quitado algunas costillas para practicarse a sí mismo sexo oral.
El rey del pop, Michael Jackson, se encaprichó de que su rancho de Neverland estuviera lleno de momias egipcias, estatuas de piedra de los personajes de Walt Disney y escenas de la Biblia, tan sólo para decorar sus jardines, una curiosa y cara afición.
Aaron Spelling no se queda atrás en cuanto a las excentricidades se refiere. Construyó una mansión con 123 habitaciones, un jardín de rosas en el techo del garaje, una bolera, una pista de patinaje sobre hielo, y dos habitaciones exclusivamente para envolver regalos.