Los autobuses viejos se reciclarán como refugios para personas sin hogar
La turística ciudad de Honolulu, capital de Hawai, ha estado recientemente en el punto de mira de la crítica por falta de viviendas o refugios que den cobijo y techo a la gran cantidad de personas sin hogar que pueblan la isla. Como solución, tal y como informó The Huffington Post, el alcalde Kirk Caldwell optó por una política restrictiva que incluía la fuerza policial.
Pero gracias a un proyecto humanitario, que pretende convertir a los autobuses antiguos en refugios, este problema podría reducirse. El proyecto es una iniciativa de Jun Yang, el Director Ejecutivo de Vivienda, en Honolulu, que, con la ayuda del grupo de arquitectos llamado Group 70 International, está dispuesto ha mejorar las noches de todos aquellas personas que por unas razones u otras, se ven obligadas a dormir en la calle día tras día. De esta manera los arquitectos también darán una utilidad a los autobuses antiguos que ya no están en condiciones para circular.
El Ayuntamiento ya se ha comprometido a donar 70 autobuses que ya no están en funcionamiento a la empresa de arquitectura Group 70 International, que se encargará de convertirlos en casas para los sin techo. Estos vehículos operarían en flotas, con distintas unidades dedicadas a diferentes propósitos, desde habitaciones para dormir hasta duchas o comedores. Todos los materiales requeridos para la renovación serán donados por voluntarios.
Esta buenísima idea para intentar reducir la cantidad de personas que viven en la calle está inspirada en una iniciativa llevada a cabo en San Francisco que convirtió dos autobuses en baños y duchas para la gente sin casa. LIFT además, ofrece la posibilidad de que por la noche tengan un lugar donde ir a dormir. LIFT es la organización de voluntarios que está ayudando a llevar este proyecto a cabo, y esperan ser capaces de construir un autobús habilitado cada fin de semana durante el verano.
Desde el estudio de arquitectura May Ry Kim explicó a Hawaii News que buscan sencillez, rapidez, funcionalidad y efectividad. Al fin y al cabo, lo que quieren es que a finales de verano algunos autobuses reciclados ya estén repartidos por la ciudad, listos para ser utilizados.
Gestos así son los que ayudan a que el mundo vaya un poquito mejor.