Justizzentrum Leoben (Austria): una prisión de 5 estrellas.
Este centro de justicia que alberga 205 reclusos es considerado una prisión “cinco estrellas” y está emplazado en un edificio con una estructura de vidrio y acero inoxidable. Las celdas amuebladas son individuales y hay espacios comunes donde los presos pueden recrearse con todas las facilidades que podría tener un hotel, como spa, gimnasio, canchas deportivas y panorámicas envidiables. Claro que Austria es uno de los países con tasas de violencia más bajas del mundo, donde la gran mayoría de los delitos que se comenten son robos o fraudes.
Los niveles de comodidad son tan elevados que muchos han encontrado en ésta, una vivienda alternativa cuando no pueden suplir los gastos de un alquiler, por eso se ha hecho famosa la frase: “alquilar un piso en Leoben”, indicando la intención de cometer faltas menores para ser recluidos.
Alcatraz (California): la prisión más famosa del mundo.
La Isla de Alcatraz, a veces informalmente denominada como la Roca, es una pequeña isla situada en el centro de la bahía de San Francisco en California, Estados Unidos. Sirvió como un faro, a continuación, una fortificación militar, luego una prisión militar seguida de una prisión federal hasta 1963. Se convirtió en un área de recreación nacional en 1972 y recibió landmarking designaciones en 1976 y 1986.
Hoy en día, la isla es un sitio histórico administrado por el Servicio de Parques Nacionales como parte de la Nacional Golden Gate Área de Recreación y está abierto a visitas. Durante sus 29 años de funcionamiento, la penitenciaría de prisioneros alegó no haber tenido jamás una fuga.
Prisión San Pedro (Bolivia): donde los reclusos tienen que «Comprar» sus celdas.
La cárcel de San Pedro, la más grande en la principal ciudad de Bolivia, La Paz, es el hogar de cerca de 1.500 reclusos, más los invitados que se hospedan en el hotel de la prisión (a menudo viven con sus familiares). Una vez se cruzan los gruesos muros y las puertas de seguridad, cualquier parecido a una cárcel normal desaparece: hay niños jugando, puestos de mercado, restaurantes, peluquerías e incluso un hotel. Es reconocida principalmente por tener una sociedad interna.
Se parece más a las calles de El Alto, el barrio más pobre de Bolivia, que se extiende en las afueras de La Paz, que una cárcel. No hay guardias, ni uniformes ni barras de metal en la ventana de la celda. Esta relativa libertad tiene un precio: los reclusos tienen que pagar para obtener sus celdas, por lo que la mayoría de ellos tienen que trabajar en las instalaciones de la cárcel.
La prisión está dividida en ocho sectores con distintos grados de lujos cada una, las celdas se venden o rentan por el tiempo que dure la condena del prisionero. Las áreas más caras proveen a los reos de baños propios, una cocina, y televisión por cable y pueden costar entre $1.000 y $1.500; En el exterior, tienen mesas de billar, quioscos de venta de jugos frescos, y puestos de comida. Aun así, la mayor parte de los reclusos son pobres y viven en condiciones restringidas por lo que comúnmente viven cinco personas en un solo cuarto-celda.
Prisión Sark (Guernsey): La prisión más pequeña del mundo.
La prisión de Sark se encuentra ubicada en la isla de Sark en Guernsey. Fue construida en 1856 y es al parecer la más pequeña del mundo. Puede albergar a 2 presos y se sigue utilizando para pernoctar. Si continúas reincidiendo serás reenviado a un adecuado complejo con corredores y personal
Prisión de Cebú (Filipinas).
Esta curiosa prisión destaca por su sistema de terapias de choque que aplica a los presos con el fin para reinsertarlos, basadas en bailes y coreografías. Su representación del gran éxito de Michael Jackson ‘Thriller’ es conocida mundialmente.
El baile es la evolución natural del programa de ejercicio en la prisión. Aunque la mayoría de las instalaciones están preparadas para que los delincuentes puedan correr, jugar al baloncesto o levantar pesas, el director en Cebu quería disciplina. Y, después de haber sido inspirado por una escena de «The Shawshank Redemption», sintió la música necesaria para participar.
Alrededor de 1.500 presos pueden contribuir a las actuaciones y también suelen a actuar en eventos de caridad o culturales y se les paga por su trabajo. La prisión también hace shows en vivo, y los espectadores pueden sacarse fotografías con algunos de los reclusos y comprar souvenirs.
Prisión de baja seguridad de Bastoey Island (Noruega): la primera prisión ecológica.
Aunque la idea de una eco-friendlyprisons no está muy extendida, una pequeña isla escondida en Noruega ha logrado traer el cambio de verde fresco en la prisión de Bastoey.
La prisión de la isla de Bastoey de baja seguridad utiliza paneles solares para generar energía, produce la mayor parte de su propia comida, recicla todo lo que puede y trata de reducir sus emisiones de carbono. Los paneles solares han reducido la necesidad de electricidad de la prisión hasta un 70 por ciento. Con la esperanza de instalar un sentido de responsabilidad en sus internos, las autoridades pretenden inculcar un sentido de responsabilidad hacia la humanidad y nuestro medio ambiente.
Si los presos en esa prisión comen gachas de avena, orgánicas. Porque no sólo las drogas están prohibidas, los plaguicidas también. Bastoey también ha aprovechado las subvenciones de los organismos de medio ambiente de manera que puede producir alimentos de alta calidad. Aunque la mayoría de los alimentos que se utilizan en la cocina, el excedente se vende a otras prisiones.
Considerada como la isla de la esperanza, esta prisión también se ha ganado la atención internacional por sus condiciones de vida, parecido a un campamento de verano con actividades como tenis, equitación, e incluso nadar en verano, cuando las aguas del Mar del Norte se calientan.
