La pandemia mundial que se padece en todo el mundo y ha trastocado la vida social. Para algunos sectores se complica más que para otros. Es el caso de las personas ciegas, que aprendieron a reemplazar sus ojos por medio del tacto con sus manos en vida cotidiana. La nueva normalidad les impide “ver con sus manos” lo que no pueden ver con sus ojos.
Los ciegos pueden identificar las texturas de las cosas que tocan por medio de sus manos, incluso tocando a las demás personas. El problema que el distanciamiento social imperante provoca en los invidentes es sumamente dramático para ellos.
El cambio de reglas en el comportamiento social ha provocado que las personas invidentes queden afuera del sistema literalmente. La nueva normalidad demanda que el tacto puede ser un punto de contagio y es allí el principal problema para una persona ciega.
La pandemia genera problemas extras a personas ciegas
Un cálculo estimativo determina que en el mundo hay cerca de 250 millones de personas que padecen de ceguera. Muchos otros sufren alguna limitación visual, lo que los pone en la misma situación de los invidentes.
La incertidumbre que los discapacitados visuales tienen ante las nuevas medidas adoptadas por la pandemia, representan un rompecabezas para ellos. Las barreras con que se encuentran al salir a las calles son verdaderamente insalvables.
El perro guía le simplifica la vida a las personas no videntes. Los ayuda a independizarse y ser autosuficientes. Pero no todos los ciegos cuentan con un perro guía. Gran parte de ellos solo cuentan con el bastón que los identifica y solo les sirve para trasladarse.
El distanciamiento social provocó que los dependientes de los supermercados no se les acerquen siquiera. Y lo mismo sucede en las calles o en los comercios, sin contar con que no pueden manipular los objetos por el temor a contagios.
Lo cierto es que las limitaciones que habitualmente tienen los discapacitados visuales, se han incrementado exponencialmente. No encuentran en las calles alguien que les ayude a cruzar una avenida, o quién los guíe si pierden la orientación.
Posibles soluciones para los no videntes frente al covid 19
Las ciudades se han llenado de pegatinas en paredes y suelos, donde se dice qué recaudos tomar o dónde pararse. Pero quienes no pueden ver, siquiera saben dónde acaba la fila en los supermercados. No estaría nada mal identificar esos lugares mediante señales sonoras para los discapacitados visuales.
En los países más desarrollados se buscan soluciones para esta problemática.Se agregan sonidos o señales que las personas ciegas puedan percibir para advertir algo. Como es el caso de las escaleras sonoras.
Esta es una situación completamente nueva y a la que todavía las personas les cuesta mucho adaptarse. Pero para las personas ciegas, o con algún tipo de discapacidad, es más limitante aún. La sociedad toda debería intentar corregir de alguna manera.
