Realmente las mujeres y los niños no son los primeros en un naufragio
La creencia de que las mujeres y los niños son los primeros en subir a las balsas en un naufragio es un mito, según ha demostrado un equipo de científicos tras analizar a fondo 18 desastres marítimos ocurridos entre 1852 y 2011, que implicaban a un total de 15.000 pasajeros de 30 nacionalidades distintas. De hecho, el hundimiento del Titanic, en el cual se salvaron un 70 por ciento de las mujeres y los niños de a bordo frente a solo un 20 por ciento de los hombres, es «la excepción que confirma la regla», tal y como concluyen los investigadores que realizaron el estudio en un artículo que publica hoy la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Lo normal, de hecho, es que el capitán y los tripulantes sean los primeros en ponerse a salvo.
En el caso del Titanic no sucedió esto porque el capitán ordenó que se salvara primero a las mujeres y a los niños e incluso parece que amenazó con disparar a cualquier hombre que incumpliera la orden. Pero en el resto de los casos la galantería no cuenta: solo si el estigma social de salvarse primero tiene un coste demasiado alto, superior al beneficio de salvarse, las cosas transcurren de otro modo. En conclusión, según los científicos, debemos dejar de pensar que en situaciones de emergencia los hombres deban ser los salvadores.