Las médicas a distancia en Pakistán
Una red solidaria
En Pakistán el 63 % de los 170.000 médicos colegiados son mujeres. Pero la mayoría de ellas abandona su profesión al contraer matrimonio. Apenas el 23 % de las médicas casadas ejercen como tales. Su entorno no les permite trabajar fuera del hogar. No hay forma segura y accesible de transporte para ellas. Sara Saeed pensó en eso al tener a su primera hija. Así empezó una red: las médicas a distancia en Pakistán.
Salud a distancia
Allí viven 200 millones de personas. Y la mitad no tiene acceso a la sanidad, en especial en las áreas remotas. Entonces, Saeed pensó en la tecnología como método de conexión. Creó una red de telemedicina para atender a pacientes de comunidades rurales.
Su idea tuvo el título de Laureada asociada en los Premios Rolex a la Iniciativa. Se eligió entre las casi mil propuestas presentadas. Su red integra a más de 5.000 médicas casadas. Atienden miles de consultas, 340.000 hasta el momento. Llevan a cabo dicha labor desde los 35 centros de salud virtual. «Nuestras médicas tienen acceso a seminarios y a cursos de formación. Gozan de oportunidades de aprendizaje entre pares dentro de la red», dice.
Los pacientes son un 60 % son mujeres y un 40 % hombres. Realizan consultas a médicos generalistas y especialistas rápidamente. Y gran parte de las consultas telemáticas son solventadas por el módico precio de medio euro. La organización se llama Sehat Kahani (historia de la salud).
Camino largo
La primera de estas clínicas abrió sus puertas en 2015. Al principio los pacientes que acudían a la consulta no se fiaban. No sabían si la mujer que veían al otro lado de la pantalla era o no una médica de verdad. Pronto se corrió la voz. En Sehat Kahani se imparten campañas de educación sanitaria. «Educamos a los pacientes en la prevención de enfermedades. En definitiva, a cuidarse. También ofrecemos un espacio seguro para hablar de temas culturalmente sensibles. Entre ellos, salud mental, sexual o natalidad». Las médicas a distancia en Pakistán esperan crecer más. «En los próximos dos años esperemos atender a 2,5 millones de personas. Y ampliar a 15.000 médicos».
También están pensando en más países. Bangladesh, Malasia, Filipinas, el norte de África. El potencial es enorme. Hay muchas comunidades en el mundo en las que no hay un médico disponible en 20 o 30 kilómetros.
«Pero gracias a la tecnología, sí podremos llegar. Podemos atender desde Pakistán, Australia o Canadá. Esa es la preciosa chispa que nos hace seguir adelante todos los días», afirma Sara Saeed. Sin duda, la chispa que ella desprende ilumina a todos.