Sucede desde el Neolítico. Algunas actividades humanas tuvieron un efecto alentador sobre la biodiversidad modificando ecosistemas específicos. Hace 14.500 años, los humanos recolectando vegetación de los humedales del este de Jordania crearon un hábitat nuevo. Las aves aprovechan la actividad humana desde aquellos tiempos. Ese nuevo hábitat evitó, por ejemplo, su migración.
La presencia humana suele asociarse con efectos negativos sobre la flora y la fauna. Y por buenas razones. Pero una investigación publicada en el Journal of Archaeological Method and Theory indaga en las excepciones. Un equipo de investigadores de la Universidad de Copenhague y la Universidad de Turín lo hacen. Identificaron en qué casos la biodiversidad floreció gracias a la modificación de ecosistemas.
Aves sedentarias
El ecosistema en cuestión son los humedales de Shubayqa, en el este de Jordania. Aue ahora sólo se inundan estacionalmente. Pero hay evidencia de que antes hubo agua disponible durante gran parte del año. Era posible que existieran allí aves acuáticas y otras especies durante todo el año si tuvieran un hábitat adecuado.
Las excavaciones del equipo en los sitios de Shubayqa hallaron evidencia. Los pueblos neolíticos que ocuparon estos sitios dejaron su huella. No solo recolectaron vegetación emergente de los humedales. También cazaron aves acuáticas y recolectaron sus huevos y plumas.
«Hay presencia de cáscaras de huevos y huesos de patos y cisnes juveniles. Estas aves permanecieron todo el año para reproducirse en los humedales en lugar de regresar a Europa. Los descendientes modernos de estas aves pueden permanecer y reproducirse en la región solo si el ambiente es adecuado para ellos. El manejo humano de los humedales les proporcionó nichos ecológicos adecuados», indican en un comunicado.
Cambios para bien
La agricultura se desarrolló en esta región poco después de estas culturas. El manejo intencional de los humedales fue una etapa importante en este proceso. Brindó mejores oportunidades de búsqueda de alimento en términos de aves acuáticas, huevos y plumas. Las aves aprovechan la actividad humana y los cambios que producen en el medioambiente.
La reproducción de aves acuáticas en Shubayqa demuestra la presencia de agua en el humedal durante todo el año. Sería improbable sin la acción de los humanos y otras especies en la modificación del medio ambiente. Durante milenios, los seres humanos y los animales han cohabitado en diferentes entornos. Esta cohabitación ha sido crucial para las innovaciones que posteriormente condujeron al advenimiento de la agricultura.
