La skimpflation y la shrinkflation: ¿ya sabes que son?
Conozcamos o no los términos, convivimos a diario con la skimpflation y la shrinkflation. Aunque los precios se mantengan estables en el tiempo, hay una forma de inflación que pasa desapercibida y nos afecta a todos. El embalaje de los productos es cada vez más pequeño, o es del mismo tamaño, pero contiene menor cantidad. aunque pagamos el mismo precio por ellos. En otros casos, son de inferior calidad, si lo comparamos con el mismo artículo de hace un tiempo atrás. La shrinkflation, es la reducción del peso o tamaño del producto envasado manteniendo el mismo precio. Mientras que la skimpflation es la disminución de la calidad del producto, aunque su costo es el mismo que tenía cuando era de mejor calidad.
El consumidor es la víctima de la skimpflation y la shrinkflation
La skimpflation y la shrinkflation se pusieron de moda, pero son prácticas engañosas que perjudican a los consumidores. En algunos casos el fabricante disminuye la calidad del producto, en otros reduce el tamaño o el peso. También puede ocurrir que sucedan las dos cosas a la vez, aunque sus precios se mantengan estables. Es decir, que pagamos lo mismo por menos cantidad y calidad inferior.
De esta forma, las empresas trasladan al consumidor la suba de precios que pagan por las materias primas. Ahorran en procesos de manufactura que resiente la calidad del producto a la vez que disminuyen la cantidad, ahorrando materiales, cantidad del producto y también se puede reducir el costo del empaque.
Entre la skimpflation y la shrinkflation, ¿cuál es más difícil de reconocer por el cliente? Según Joseph Balagtas, profesor de la Universidad de Purdue, en Estados Unidos, al cliente se le hace más difícil reconocer la skimpflation. Cuando tomamos un producto podemos notar que el envase es más chico o más liviano. O sea, que trae menor cantidad, sea en litros o gramos. Además, está impreso en la etiqueta.
Sin embargo, en el caso de una baja en la calidad de los ingredientes, el consumidor no puede percibir la menor calidad hasta que lo usa.
Otras formas de inflación
También se pueden reducir los costos en forma solapada. En algunos locales de venta, como las tiendas de comestibles, por ejemplo, suele ocurrir que los clientes empaquen sus propias compras. Esto ocurre, porque las tiendas reducen la cantidad de personal, lo que se deduce como una degradación en el servicio ofrecido.
En los restaurantes, disminuyen la cantidad de personal de atención, por lo que el servicio se hace más lento. En los hoteles, el servicio de limpieza se realiza solo si el cliente lo solicita. Sin embargo, en todos estos casos, los precios se mantienen estables, pagamos lo mismo, pero recibimos menor calidad de servicio.
Las empresas son sensibles a la opinión de los consumidores, por lo que la implementación de la skimpflation y la shrinkflation, pueden perjudicarlas. Pero, a su vez, deben contrarrestar, de alguna manera, la suba de los costes. El aumento en los precios de los combustibles, de la energía y de la logística las empujan hacia estas “conductas desleales” para solventar sus gastos.
Balagtas, recomienda a los consumidores comparar los precios en el momento de las compras. De esta manera pueden proteger su posibilidad de ahorro. Por la competencia, no todas las empresas serán partícipes de aplicar estas medidas, por lo que siempre existirá, de parte de las empresas leales a sus consumidores, una oferta para los productos de calidad de excelencia.