La sal contiene microplásticos
Según un estudio publicado en Environmental Science and Technology, más del 90% de las sales comunes vendidas y consumidas en todo el mundo pueden contener microplásticos. Esto significa que un adulto promedio puede consumir aproximadamente 2.000 microplásticos cada año de la sal común.
Estas piezas de plástico miden menos de 5mm y son, en su mayoría, provenientes de la contaminación de los océanos. También se encuentran en productos de salud y belleza, jabones y pasta de dientes. Cuando se enjuagan o drenan, estos plásticos son lo suficientemente pequeños como para pasar a través de los sistemas de filtración de agua y llegar a mares, océanos y, al final, a ti.
Para comprender cómo se encuentran los microplásticos en la sal que se vende para consumo humano, un grupo de investigadores de Corea del Sur trabajaron junto a Greenpeace East Asia para comparar la propagación geográfica de los microplásticos en la sal con la contaminación plástico que se encuentra en el medio ambiente.
De las 39 marcas de sal marina procedentes de 21 países de Europa, África, Asia y América del Norte y Sur, se descubrió que todas menos tres contenían microplásticos. La cantidad de microplásticos varía entre las diferentes marcas; si bien los investigadores no publicaron qué marcas analizaron, observaron que los niveles eran especialmente altos en Asia, una de las regiones más contaminadas del mundo.
La sal marina se produce al evaporar el agua de los océanos y, dado que involucra muy poco procesamiento, a menudo deja oligoelementos y otros restos (entre los que se incluyen los plásticos). La sal extraída de lagos y de rocas extraídas de depósitos subterrános también contenían altos niveles de microplásticos.
Los impactos que tienen los microplásticos en la salud todavía no se conocen porque es un campo de estudio relativamente nuevo. Según el Programa Ambiental de las Naciones Unidas, los microplásticos comenzaron a aparecer en productos hace unos 50 años, y desde entonces han ido en aumento.