La quinta parte de los alimentos se desperdicia
Increíble desperdicio en el mundo
Es impensable, pero cierto. En el mundo, la quinta parte de los alimentos se desperdicia. Simplemente, termina en la basura. Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente –PNUMA– lo confirma. Acaban de publicar su nuevo Informe sobre el Índice de Desperdicio de Alimentos.
Desperdicio en hogares
El informe se basa en la información obtenida de 152 puntos de 54 países distintos. Es el estudio sobre el desperdicio de alimentos más completo hasta la fecha. Dice que el desperdicio de alimentos fue consustancial a todos los países implicados en el estudio. No importó el nivel de ingresos de los mismos. La mayor parte de este desperdicio proviene de los hogares, los cuales descartan el 11% del total. Los restaurantes y establecimientos minoristas desperdician un 5% y un 2%, respectivamente.
A nivel mundial, per cápita, cada año se desperdician 121 kilogramos de alimentos a nivel del consumidor. 74 kilogramos de este tiene lugar en los hogares. Se estima que 931 millones de toneladas de alimentos se fueron a la basura. Son como 23 millones de camiones de 40 toneladas completamente cargados.
El desperdicio de alimentos tiene impactos ambientales, sociales y económicos sustanciales. El 8% y el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero están asociadas con alimentos que no se consumen.
«Reducir el desperdicio de alimentos disminuiría las emisiones de gases de efecto invernadero. Se ralentizaría la destrucción de la naturaleza a través de un mejor aprovechamiento de la tierra. Y mejoraría la disponibilidad de alimentos» declara Inger Andersen. Es directora ejecutiva del PNUMA. «Además reduciría el hambre y ahorraría dinero en un momento de recesión mundial». «Gobiernos y ciudadanos de todo el mundo deben reducir el desperdicio de alimentos».
Problema global
3000 millones de personas no pueden costearse una dieta saludable, dice el informe. Se espera incluir la lucha contra el desperdicio de alimentos en los Acuerdos de París. Tendría un doble efecto positivo. Se aunaría la lucha contra el cambio climático y el fortalecimiento de la seguridad alimentaria en el mundo.
«Se creía que era un problema exclusivo de los países desarrollados», declara Marcus Gover. «Pero vemos que las cosas no están tan claras». «Quedan 9 años hasta el 2030. Si no cambiamos, no se garantizan modalidades de consumo y producción sostenibles» continúa. «Esto debe ser una prioridad. Para gobiernos, organizaciones internacionales, empresas y fundaciones filantrópicas». La quinta parte de los alimentos se desperdicia en el mundo hoy en día. La meta es reducir, al menos a la mita, ese despilfarro.