La química que descubrió la cura de la lepra
Alice Ball murió joven, a los 24 años. Pero dejó una huella profunda en el mundo científico. Esta científica afroamericana desarrolló el primer y único tratamiento efectivo para una dura enfermedad. Es la química que descubrió la cura de la lepra.
Lepra, grave enfermedad
Nació el 24 de julio de 1892 en Seattle, Washington. Ingresó en la Universidad de Washington para estudiar Química. Tras graduarse recibió una beca para estudiar Universidad de Hawái, donde cursó un máster en química. En 1915 fue la primera mujer y la primera afroamericana de Estados Unidos en obtener una maestría en química. Se le ofreció un puesto de enseñanza e investigación y, con solo 23 años, se convirtió en la primera mujer instructora de química de la institución.
En el laboratorio, Ball trabajó intensamente en el desarrollo de un tratamiento exitoso para quienes padecían lepra. A principios del siglo XX había poca información respecto a cómo curarla. Miles sufrían sus efectos y el estigma que provocaba. Por esos años, la lepra abundaba en las islas hawaianas.
Ella, entonces, aisló los compuestos químicos del aceite de las semillas del árbol chaulmoogra. Creó el primer remedio soluble en agua, fácil de inyectar, absorbible fácilmente en el torrente sanguíneo. A su método se le conoció como el «Método Ball» usado más de 30 años hasta que se introdujeron los antibióticos de sulfona.
Método Ball
La lepra es causada por el bacilo Mycobacterium leprae. Destruye la capacidad del organismo para sentir dolor. Puede provocar que una persona se lesione sin darse cuenta y sus heridas puedan infectarse. Se generan en la piel úlceras que, si no se tratan, pueden conducir a complicaciones, heridas y desfiguraciones. En ciertas partes del mundo aún existe.
La química que descubrió la cura de la lepra no pudo ver el éxito de su trabajo. Falleció a los 24 años, al parecer por tuberculosis.
El químico Arthur L. Dean continuó su trabajo y publicó los resultados. Su tratamiento se continuó hasta la década de 1940 con gran éxito. La Universidad de Hawái no reconoció su trabajo durante casi 90 años. En el año 2000, al fin, le rindió homenaje con una placa conmemorativa.
No solo logró el primer tratamiento útil para la lepra. También superó las barreras raciales y de género de la época. ¿Cuánto hubiese logrado si no falleciera tan joven?