La programadora que desafió su tiempo
Luchando contra el sexismo
Stephanie Shirley fue para muchos, por mucho tiempo, solo “Steve”. Con ese nombre firmó cientos de cartas para sacar adelante su pionero negocio de software. La programadora que desafió su tiempo luchó en las décadas de 1950 y 1960 contra el sexismo. Vreó puestos de trabajo exclusivamente para mujeres e instaló ideas tan revolucionarias como el trabajo de forma remota (o desde casa). Hoy tiene 91 años y casi US$3 mil millones.
Fue la primera programadora independiente del mundo. Nació en Dortmund, en Alemania. En 1939, a los 5 años, se tuvo que separar de su padre, un juez judío, y de su madre, ante la creciente amenaza nazi. Se refugió en Gran Bretaña. Desde pequeña, fue muy destacada en matemáticas.
Firmando como Steve
Empezó a trabajar en la Estación de Investigación de la Oficina Postal. Lideraba el desarrollo y el uso de computadoras en el Reino Unido. Stephanie ayudó a escribir programas de computadora, algo bastante inusual para la época. Era una época difícil. “Me harté absolutamente del sexismo. Aprendí a pararme de espaldas a la pared para que nadie pudiera pellizcarme el trasero. Y aprendí a mantenerme alejada del camino de ciertas personas. Con el tiempo, tuve suficiente y me fui”, agregó.
En 1962 inició su propia empresa de computación, llamada «Freelance Programmers». Parecía ser una locura. Era mujer, solo tenía US$10 y su oficina era su comedor. «Literalmente se rieron de mí. “En aquella época el software se regalaba, así que era una idea nueva tratar de venderlo», cuenta. Pero trabajó duro. Escribió cientos de cartas a posibles clientes. Quería convencerlos de los softwares eran la mejor forma de aprovechar una computadora.
Ante tanta negativa, empezó a firmar sus cartas como «Steve Shirley». Así consiguió tener respuestas y clientes. Las 300 primeras empleadas de la empresa fueron mujeres. Trabajaban desde casa, lo cual era revolucionario en esa época. Llegó a tener 4 mil mujeres en su apogeo.
Éxito mundial
La programadora que desafió su tiempo ya era conocida a nivel mundial en la década de 1980. Sus clientes eran empresas líderes de todo el mundo. Su empresa se valoraba en miles de millones de dólares. El Reino Unido le otorgó el título nobiliario de “Dama” en el 2000 por sus “servicios de tecnología de la información”. Sus más cercanos la siguen llamando «Steve».