¿Acaso es posible pensar en algo semejante? Para el paleontólogo Henry Gee, sí. Analizó la posible extinción de la raza humana. El artículo lleva como título “Humans Are Doomed to Go Extinct”. Se publicó en Scientific American. Dice que hay factores que la propician. Por ejemplo, la degradación del hábitat. También la baja variación genética y la disminución de la fertilidad.
Menos gente
Se calcula que el 2100 el tamaño de la población mundial podría ser menor de lo que es ahora. La tasa de natalidad está ahora muy por debajo de la tasa de mortalidad en muchos países. En algunos de estos, la población pronto será la mitad del valor actual.
El homo sapiens ha existido durante aproximadamente 315.000 años. Muchas veces se redujo hasta casi desaparecer. Así se sembraron las semillas de la ruina de la humanidad. la población actual ha crecido, muy rápidamente, desde algo mucho más pequeño. El resultado es que, como especie, es extraordinariamente similar. Hay más variación genética en unos pocos grupos de chimpancés salvajes que en toda la población humana. Esta escasa variedad no es buena para el futuro.
Un mundo donde los recursos son finitos tampoco es sostenible. Los sapiens ya se encuentran entre el 25 y el 40 por ciento de la productividad primaria neta. Es decir, la materia orgánica que las plantas crean a partir del aire, el agua y la luz solar. Y hay que trabajar más y más para mantener el nivel de vida. Las personas postergan la posibilidad de tener hijos. Así, la fertilidad comienza a declinar.
Señales
En las últimas décadas, la calidad del esperma humano ha disminuido enormemente. El estrés, la contaminación y otros factores influyen en esto. Se tienen menos hijos, y a mayor edad.
La posible extinción de la raza humana tiene relación con todo esto. Si hay menos recursos para todos, la fertilidad comienza a declinar. La tasa de natalidad desciende por debajo de la tasa de mortalidad. Con recursos genéticos limitados, el único camino es hacia abajo.
“La población humana está destinada al colapso, y pronto. Parafraseando a Lehrer, si vamos a escribir sobre la extinción humana, será mejor que comencemos a escribir ahora”, concluye Gee su artículo.
