La luna fue comprada por un chileno
En 1953, el abogado chileno Jenaro Gajardo Vera registró la propiedad de la Luna pagando 42.000 pesos de la época, oficializándose la escritura el 25 de septiembre de 1954 en el Conservador de Bienes Raíces de la ciudad de Talca. Según sus propios dichos, el entonces presidente estadounidense, Richard Nixon, cumplió la formalidad de pedirle permiso para el alunizaje de la Apolo 11 en 1969, a lo que respondió afirmativamente. Sin embargo, en 1967 se firmó un tratado en las Naciones Unidas que prohíbe la compraventa de objetos exteriores a la Tierra, a pesar de lo cual, en 1980, el estadounidense Dennis Hope formaliza de nuevo en una oficina del registro de San Francisco la «compra» de la Luna, dedicándose desde entonces a vender «parcelas» en suelo lunar.
Sus intenciones, al comprar el satélite, eran «realizar un acto poético de protesta interviniendo en la selección de los posibles habitantes del satélite, pues en sus planes estaba vivir en un mundo sin envidia, odio, vicios ni violencia» y «poder formar parte del Club Social de Talca, para el cual era requisito de afiliación tener alguna propiedad»
En el año 1969, antes del alunizaje del Apolo XI, el presidente Richard Nixon envió un comunicado que se hizo llegar al abogado chileno a través de la embajada norteamericana en Santiago. El comunicado rezaba:
«Solicito en nombre del pueblo de los Estados Unidos autorización para el descenso de los astronautas Aldrin, Collins y Armstrong en el satélite lunar que le pertenece».
A lo que Jenaro Gajardo Vera respondió:
«En nombre de Jefferson, de Washington y del gran poeta Walt Whitman, autorizo el descenso de Aldrin, Collins y Armstrong en el satélite lunar que me pertenece, y lo que más me interesa no es sólo un feliz descenso de los astronautas, de esos valientes, sino también un feliz regreso a su patria. Gracias, señor Presidente».