El término «hamburguesa vegana» es un concepto difícil de llevar para algunos. Pero en la Consumer Electronics Show, realizado en Las Vegas, la Impossible Foods mostró su última invención, dispuesta a convencer a los más puristas.
En 2016 se presentó la Impossible Burguer, una hamburguesa vegetariana que estaba realmente lograda, en parte porque tenía hierro y es un sabor que asociamos con la carne cocinada. Pero, según el CEO de la empresa, Pat Brown, se necesita una proteína para unirla.
La Impossible original usaba proteína de trigo, que funcionaba, pero tenía inconvenientes: primero, significaba que la hamburguesa tenía gluten, pero también ponía trabas a la hora de darle forma a la hamburguesa, ya que no podía romperse de una forma «normal» ni usarse para hacer albóndigas, sin perder su integridad. La solución fue cambiar a la soja. Con este cambio, el producto resultante es Impossible Burger 2.0.
La distribución de la Impossible Burger original fue diminuta, pudiéndose disfrutar solo en unos pocos restaurantes de Nueva York. Sus creadores se justificaron diciendo que la producción de la primera hamburguesa impedía expandirse más allá, algo que quieren revertir a través de un proceso de modificación genética y fermentación. Con ello, esperan abastecer restaurantes de todo el país e incluso algunos supermercados.
