Ingerir agua de mar es beneficioso para nuestra salud
Aunque estamos acostumbrados a pensar que el agua de mar no es apta pero nuestro consumo lo cierto es que, debido a que aporta gran cantidad de nutrientes y minerales, su consumo es muy beneficioso y los expertos recomiendan la ingestión de un cuarto de litro por día.
La sal que usamos cotidianamente en nuestra cocina y en nuestras mesas familiares, es la sal refinada o blanqueada. Durante el proceso de blanqueado de la sal marina pura se eliminan muchos elementos esenciales para nuestro cuerpo, como el azufre, el magnesio, el calcio…
Además se eliminan algas microscópicas que se encargan de retener el yodo en la sal, un mineral clave en la prevención del bocio.
Pero ahí no termina el proceso de industrialización. Una vez “blanqueada”, la sal fina es “enriquecida” con aditivos dañinos y silicato de aluminio, uno de los principales causantes de la enfermedad de Alzheimer.
El agua de mar tiene una concentración de 36 gramos de sal por litro, mientras que nuestro organismo tiene 9 gramos por litro. Si tomáramos el agua marina así sin más, la concentración de sal en nuestro cuerpo subiría tanto que los tejidos deberían liberar agua para que la concentración de sales volviera a 9 gramos por litro. Eso conduciría a diarreas y a la deshidratación.
Una manera de tomar el agua de mar, si tenemos acceso a esta agua en nuestra vida cotidiana (según explican los expertos) es hacerlo “de forma isotónica”: rebajando el agua de mar con agua dulce, o añadiendo agua de mar al agua dulce. Considerando que la cantidad de sales recomendada es de unos 9 gramos al día, y sabiendo que la salinidad del agua de mar es de 36 gramos por litro, la cantidad de agua de mar recomendada es de un cuarto de litro por día.
El agua de mar resulta muy apropiada para cocinar. Como ya hemos explicado, debido a los intereses industriales la sal comercial (la sal fina o “de mesa”) es una sal “muerta”, en la que solo se ha preservado el cloruro de sodio y, en el mejor de los casos, yodo, además de los aditivos químicos perjudiciales para la salud. Contrariamente, el agua de mar contiene muchos elementos muy beneficiosos, por lo que proporciona un gran enriquecimiento a nuestra dieta.
Para darle una vuelta más a la cuestión, la sal refinada resulta perjudicial para la salud por su alto contenido de sodio, que favorece la hipertensión y la retención de líquidos. Eso no sucede con la sal marina, al punto que los hipertensos pueden consumirla con moderación y con supervisión médica, ya que su contenido de sodio es mucho menor. Una paulatina incorporación a la dieta de recetas que incorporen sal marina produce una lenta modificación de los hábitos alimenticios, con una mejora en la salud como resultado general y a largo plazo.