Un hombre salvó su vida gracias a un kebab
James Hobbs es un joven británico que fue agredido en un döner kebab de Highbridg, Somerset (Inglaterra.). El agresor degolló a James, el cual, instintivamente lo único que hizo fue colocarse el kebab en la herida que le habían hecho. Fueron casi 3 litros de sangre los que perdió hasta que la ambulancia llegó al lugar para socorrerle.
El agresor, Jamie Edney, fue reconocido y condenado a 5 años y medio de cárcel por las lesiones ocasionadas. Resultó que James ya había acusado anteriormente a este hombre de haber tenido una aventura con su novia y lo que ocurrió es que al encontrarse, Jamie cogió un cuchillo e intentó matarle. El acusado alegó en el juicio que se volvió loco al ver a James y su primo en el local, los cuales empezaron una bronca con él.
El recuerdo que le dejó el agresor a Hobbs fue de 27 grapas y una gran cicatriz de 13 centímetros, además de haberse tenido que operar la tráquea para poder respirar. Fue realmente una suerte y acto reflejo que el agredido se colocara el kebab taponando la herida y que este, retuviera la sangre.