Existen muchas habilidades que tanto a niños como jóvenes no se les enseñan ni en el colegio ni en el seno familiar y por lo tanto tienen que adquirirlas ellos por su propia cuenta. Son muchas las que son necesarias para que un joven se prepare como emprendedor.
La creación y desarrollo de empresas pioneras y nuevas, es de vital importancia, sobre todo en los tiempos que corren. Pero no es útil ni eficaz, innovar si no se han adquirido las competencias necesarias desde la niñez. De esta forma, tampoco se prepara a los jóvenes para que sean resueltos en el tema profesional en el futuro, en un mercado laboral que para nada es estable y es en el que se producen cambios constantemente.
El hecho de que los jóvenes desarrollen habilidades de origen emprendedor ayuda a formarlos en el aspecto cognitivo y sus comportamientos irán dirigidos hacia la acción.
Lo ideal es que los programas donde se refuerzan y enseñan estas habilidades se aplique a todos los recién licenciados o jóvenes que apenas tengan experiencias profesionales, para colaborar en la adquisición del liderazgo y la puesta en marcha de empresas sociales y empresariales.
Una de las más importantes, es la de tener un pensamiento crítico esencial junto con la capacidad de resolución de situaciones difíciles y complicadas, es una de las habilidades imprescindibles del siglo XXI, para ayudar a los jóvenes a montar sus propios negocios y su manera de ganarse la vida. Los jóvenes tienen que empezar a preguntarse las preguntas adecuadas, no recibir las respuestas sin que ellos se cuestionen ciertos aspectos.
