El 13 de noviembre de 2023, el gobierno de Kenia declaró feriado con el propósito de movilizar a la población en la plantación de 100 millones de árboles. Esta iniciativa se enmarca en un plan ambicioso de lucha contra el cambio climático que busca plantar 15.000 millones de árboles en la próxima década. Este feriado representa la piedra angular de esta estrategia, instando a cada ciudadano o residente a plantar dos árboles para alcanzar la meta de 100 millones.
Plantar árboles es el objetivo
Los árboles absorben el dióxido de carbono y devuelven oxígeno a la atmósfera. Esta iniciativa es totalmente opuesta a la tala indiscriminada del Amazonas que no tiene freno.
La ministra de Medio Ambiente de Kenia confió en la respuesta a la propuesta, de sus ciudadanos. Para ello, puso a disposición de la población 150 millones de plántulas en viveros públicos que se entregaban en forma gratuita.
El proyecto consistía en plantar los retoños en las áreas previamente designadas. Sin embargo, el mismo gobierno incentivó a los ciudadanos a comprar al menos dos plántulas más para plantarlas en sus propios terrenos.
William Ruto, presidente de Kenia, encabezó la propuesta en el este del país, más precisamente en Makueni. Parte de su gabinete de ministros se trasladaron a otros sitios para encabezar el proceso, junto a gobernadores locales y otras autoridades del gobierno.
El control del operativo se hace en forma digital
Supervisarán los árboles ya plantados a través de una aplicación en Internet a la que nombraron Jaza Miti. De esta manera monitorearon la siembra realizada por organizaciones o individuos. También crearon un registro detallado del número de plantas, especies y la fecha en que se plantaron. La misma aplicación brinda información sobre el proceso de siembra y verifica que especies plantar en cada tipo de terreno, según informó el Ministerio de Medio Ambiente.
La titular de ese ministerio, declaró un día antes del feriado, que la convocatoria había sido un éxito. El domingo 12 de noviembre, por la noche, ya se habían registrado más de 2 millones de personas en la aplicación. No obstante, existían dudas sobre si las personas que viven en las ciudades se unirían a la convocatoria.
Muchos optarán por disfrutar de un día de descanso sin salir de su casa. Según Teresa Muthoni, una ambientalista keniana, si bien la propuesta fue excelente, no tuvo la suficiente difusión en los medios gráficos y digitales, remarcando la necesidad de la tarea a realizar.
La pobre economía de los kenianos los obliga a trabajar, aun en días festivos, para llevar comida a sus hogares. Otra de las contras que la ambientalista encontró en esta propuesta es que muchas de las plántulas son especies exóticas. “Es necesario plantar árboles nativos en el sitio adecuado”, concluyó.
Uno de los reclamos de los kenianos es que el gobierno se preocupa por la plantación de árboles, pero descuida totalmente la tala ilegal de bosques enteros. De todas maneras, la iniciativa es óptima para tener en cuenta y aplicar en otros partes del mundo.
