El movimiento nudista es más o menos conocido, de hecho hay playas, calas e incluso hoteles y establecimientos cuya única norma es la de que sus huéspedes o visitantes no lleven prendas de vestir, pero que unos feligreses acudan desnudos a misa, no se ve muy a menudo.
Una pequeña congregación en Richmond (Virginia, EEUU) celebra su fe como se suele decir como “Dios los trajo al mundo”. Y es que este grupo de feligreses nudistas acuden cada día a la iglesia desnudos, sólo algunos llevan alguna prenda, a pesar de las bajas temperaturas que está sufriendo el país en este invierno.
El pastor Allen Parker, líder espiritual de esta congregación situada cerca del resort nudista White Tail, asegura que no se trata de llevar o no ropa sino que lo importante es desnudar el alma ante Cristo.
«No hay una sensación de que tienes que ser mejor que el otro físicamente», asegura el pastor Parker. «Somos humanos, tenemos cicatrices. Se trata de amar y aceptar eso».
Una de sus feligresas, Katie Church, no era nudista hasta que conoció a su pareja. Ahora, los dos acuden a esta iglesia que según Katie les ha dado un significado de cristiandad que las iglesias tradicionales no proporcionan, “somos una familia”, confiesa.
El nudismo es para mucha gente una provocación, morbo e incluso antihigiénico, pero para las personas que lo practican no se trata de nada de eso, todo lo contrario. Según la definición de los expertos, va más allá del simple hecho de no llevar prendas de vestir, es más espiritual. El nudismo tiene respeto por la naturaleza, no se define como opción política o religiosa, no hay mejores o peores físicos, son todos iguales, ya que se percibe el cuerpo desnudo como algo natural, sin ataduras y libre.
