Familia brasileña pelea por quedarse con sus tigres
La familia Borges de Maringa (Brasil) está envuelta en una batalla legal desde años con el estado brasileño el cual asegura que aparearon ilegalmente a los felinos que viven con ellos, lo que constituye un peligro para el público. Y es que esta peculiar familia está formada además de por la pareja, por tres hijas, una nieta, nueve tigres, dos leones, un mono y un perro chihuahua.
Todo comenzó en 2005 cuando rescataron a dos tigres víctimas de abuso en un circo itinerante. La familia defiende su derecho a criar a los animales y dice que les ha dado una mejor vida que en cualquier otra parte de Brasil ya que tienen un trato excelente y un gran equipo de veterinarios.
Ibama, la entidad de protección ambiental de Brasil, ha solicitado a los tribunales que ordenen a Borges a someter a los tigres a una vasectomía para que no puedan reproducirse, confiscarle la licencia de cuidador y confiscarle los felinos.
Patty Finch, directora ejecutiva de la Federación Global de Santuarios para Animales, con sede en Washington, ha declarado en repetidas ocasiones que “es una locura”. «Es una situación muy peligrosa, especialmente si hay niños pequeños, que provocan con facilidad el instinto de caza de un tigre». Finch ha añadido que “la cría en cautiverio no ayuda a conservar la especie a menos que haya un plan para liberarlos”.
Sin embargo, las hijas, que han crecido con los felinos, aseguran que confían plenamente en ellos, incluso la niña pequeña de 2 años de una de ellas juega a menudo con los tigres.
Hasta hoy los animales no han atacado a nadie ni se han escapado.