En la década de los 50 fueron muy populares los juegos educativos de energía atómica para niños, incluyendo elementos reales
Tras las tristemente célebres bombas atómicas lanzadas por los americanos en Japón, en Estados Unidos la energía nuclear todavía era considerada por muchos como un juego y, como muestra de ello, salieron al mercado un buen número de juguetes que se acompañaban de componentes radiactivos como uranio, radio o carnotita. Veamos una pequeña recopilación de juguetes “radiactivos” creados en las décadas de los años 50 y 60.
Este pequeño laboratorio “educativo” fue uno de los más elaborados que se fabricaron. Estuvo a la venta hasta 1952, por su elevado coste (unos 50$) fue corto su periodo de vida.
El conjunto venía con cuatro tipos de mineral de uranio, una fuente de beta-alfa (Pb-210), una fuente de beta puro (Ru-106), una fuente de rayos gamma (Zn-65), un espintariscopio, una cámara de niebla con su propia fuente alfa (Po-210), un electroscopio, un contador Geiger, un manual, un libro de historietas (Dagwood Divide el Atomo) y el manual “La prospección de uranio”.