Se acerca el invierno y las excursiones diarias de los niños al parque se irán reduciendo poco a poco, hasta que el frío les haga quedarse en casa aburridos. Para acabar con esta monotonía, unos estudiantes de Arquitectura de la Universidad CEU San Pablo han diseñado una habitación que es dormitorio y a la vez parque de juegos.
El proyecto ‘Playroom’ se trata de una única pieza de mobiliario que combina las necesidades prácticas de la habitación de un niño, mientras que, al mismo tiempo, “proporciona diversión, inspiración y desarrolla la experiencia de un niño”.
Como si de una yincana se tratase, esta habitación está llena de huecos para que los niños puedan esconderse, pistas deslizantes a modo de tobogán, piscina de bola y paredes para escalar. Asimismo, en la parte superior, se encuentra la cama que puede plegarse para que el niño tenga más espacio por el día.
El objetivo de este proyecto es romper con los tradicionales juegos de casa (las cocinitas, los muñecos) y los no tan tradicionales, como las consolas, para conseguir que los niños se mantengan en forma de una manera sana y divertida.
