El sistema nacional de orquestas venezolano recibió en 2008 el premio Príncipe de Asturias por su gran labor ya que cuenta con «núcleos» o escuelas donde pueden acudir los jóvenes excluidos a aprender un instrumento.
En los centros se les prestan instrumentos para que aprendan y no malgasten el tiempo en las calles, además no se les pregunta sobre su condición social ya que muchos han sido abandonados, no tienen familia o esta les maltrata, solo se busca que tengan un objetivo y motivación para su tiempo libre.
Si estos jóvenes destacan podrán unirse a la orquesta juvenil de su provincia, de todas las orquestas de la provincia se seleccionaran jóvenes para la joven orquesta nacional Simón Bolívar que realiza giras por todo el mundo.
Además realiza proyectos de acercamiento de la música a jóvenes con deficiencias como el coro manos blancas o proyectos de reinserción para presos mediante la música.
