No es un secreto. La apariencia y la superficialidad parecen regir los cánones de belleza. Pero esto tiene su lado oscuro. Suele ocasionar trastornos alimenticios y emocionales. La Universidad Estatal de Psicología y Pedagogía de Moscú (MGPPU) determinó que el perfeccionismo físico causa depresión muchas veces. A tal grado que lo consideran una epidemia.
Interiorizando estándares
El artículo se publicó en la revista Konsultativnaya de psicología y psicoterapia. Existen trastornos mentales causados por la insatisfacción que sienten los jóvenes con su cuerpo. Alcanzar ciertos estándares de belleza parece ser lo único importante. Pero el perfeccionismo físico causa depresión si no es bien manejado.
El psicólogo pionero ruso Lev Vigotski decía que el desarrollo de un individuo se realiza en el proceso de interiorización. Se interiorizan normas culturales, reglas, hábitos y estándares. Estas ideas no siempre contribuyen a la salud mental. Interiorizamos la imagen de cuerpo ideal de la cultura popular y la comparamos con nosotros.
«La imagen ideal se crea con el uso de retoque y alteraciones diversas. Es poco real y no natural. Es imposible alcanzarlo y suscita sentimientos negativos, de rechazo a uno mismo. Esto multiplica los intentos inútiles de alcanzar este ideal», dice Alla Jolmogórova. Es decana de la facultad de Psicología de la MGPPU.
Higiene psicológica
Los científicos proponen la escala de perfeccionismo físico de tres factores. Evalúan la disposición a recurrir a la cirugía plástica para corregir imperfecciones. Analizan los estándares del aspecto físico y el grado de atención a este. Y también la inclinación a hacer comparaciones sociales desfavorables del aspecto físico con el de otras personas.
«Participaron muchachas rusas de 18 a 23 años de diversas universidades del país. Hay relación entre esto y los síntomas de depresión y preocupación», comenta Jolmogórova.
Según los científicos, se deben desarrollar medidas de higiene psicológica. Así se podrían prevenir trastornos de la conducta alimentaria. La depresión y la ansiedad crecen amenazantes entre los jóvenes en las últimas décadas. Según los científicos rusos y extranjeros, el problema ya tiene dimensiones de epidemia.
Tal vez debamos aprender a mirarnos con algo menos de severidad. Puede que, sin querer, nuestros ojos estén deformando lo que devuelve el espejo.
