La oscuridad de los eclipses es engañosa. Invita a levantar la mirada para ver cómo el Sol es cubierto por la Luna. Pero es indispensable tomar las necesarias medidas preventivas. El doctor David Lozano advierte del peligro de mirar los eclipses.
En menos de seis meses habrá dos eclipses de Sol. El primero será anular y ocurrirá el 14 de octubre de 2023. El segundo será total. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lo anuncia en México. “El 14 de octubre de 2023 un eclipse anular hará que en Campeche y la península de Yucatán se forme un aro de fuego alrededor de la Luna. El 8 de abril de 2024 habrá otro eclipse que esfumará la luz del sol”.
Mirando hacia arriba
En un artículo de divulgación elaborado por la misma UNAM, el oftalmólogo Lozano previene a los curiosos. «La oscuridad de los eclipses es un engaño. Invita a levantar la mirada, pero no debemos sucumbir a esta tentación». Alrededor del satélite natural, adelanta el universitario, «se formará un halo. Seguirá filtrándose la luz solar con la misma cantidad de rayos ultravioleta e infrarrojos de siempre. Una breve exposición a ellos bastará para quemarnos la retina».
Los daños que puede causar una exposición riesgosa a la luz solar son irreversibles. El peligro de mirar los eclipses no se debe tomar a la ligera. Sin embargo, pese a los riesgos, la UNAM divulga que son varias las formas seguras de disfrutar un eclipse solar. Si se aspira a levantar la vista hacia el astro es necesario emplear filtros adecuados. Entre estos no se cuentan las gafas de sol regulares.
Protección
«Cualquier lente empleada para observar tales eventos debe tener un certificado especial, el ISO 12312-2″. Deben adquirirse mediante instituciones de renombre para evitar caer en prácticas fraudulentas. Este sábado 14 de octubre el eclipse solar anular cruzará las regiones norte, centro y sur del continente americano.
«Será visible en partes de Estados Unidos, México y muchos países de Centroamérica y Sudamérica. Millones de personas del hemisferio occidental podrán experimentarlo», explican los investigadores.
