Es una pequeña nación en el océano Pacífico. Se llama Tuvalu. Se están preparando para el peor de los escenarios: la sumersión total de su territorio. Tuvalu es el país que se hunde bajo las aguas.
Islas acechadas por el agua
Tuvalu tiene nueve pequeñas islas. Está aproximadamente a 4.000 km de Australia y de Hawái. Sus vecinos más cercanos son Kiribati, Samoa y Fiyi.
«Es una nación insular de baja altitud. El punto más alto sobre el nivel del mar es de 4 metros». explicó el ministro Simon Kofe. El país tiene 26 kilómetros cuadrados, donde viven cerca de 12.000 personas.
«Vivimos en franjas de tierra muy delgadas. En algunas áreas se puede ver el océano a ambos lados. De un lado el mar abierto y al otro una laguna», señaló Kofe. «Con el aumento del nivel del mar vemos la erosión de partes de la isla».
Tuvalu viene enfrentando además ciclones más fuertes y períodos de sequías. El agua del océano se está filtrando bajo el suelo en ciertas áreas. Esto afecta los acuíferos. Hay pocos pozos de agua subterránea. «Básicamente dependemos solo del agua de lluvia». La penetración de agua salina también inutilizó terrenos para agricultura. La salinidad en la arena hace que sea muy difícil cultivar algo.
La tasa anual de aumento del nivel del mar a nivel global crece de forma alarmante. Se triplicó entre 1901 y 2018, situándose actualmente en 3,7 mm por año.
Los días contados
La situación es peor en la región de las islas del Pacífico. Lo dice desde las Islas Salomón Morgan Wairiu, experto en cambio climático. «En el Pacífico Sur, el aumento promedio del nivel del mar fue de 5 a 11 mm por año en el período de 1900 a 2018». Es una perspectiva horrenda para Tuvalu.
Cada aumento en el nivel del mar incrementa la extensión y profundidad potencial de inundaciones marinas. Se prevé que el nivel del mar suba un metro para 2100. Tuvalu, el país que se hunde bajo las aguas, tiene los días contados.
Es la realidad contundente del cambio climático. Urgen acciones drásticas a nivel global. Ya Tuvalu procura otras vías de cara al futuro. «El peor de los escenarios es que nos veamos obligados a reubicarnos. Nuestras islas estarían completamente sumergidas bajo el océano», señaló Kofe. «Según el derecho internacional, un país solo puede tener una zona marítima si posee un territorio terrestre del que trazarla».
Parece ser inevitable. Solo un milagro salvaría a Tuvalu. Pero no te recomendaríamos comprar propiedades allí, por si acaso.
