A veces no tenemos idea de lo que tenemos… hasta que se pierde. O se rompe en dos. Eso sucedió con un valioso manuscrito original en Hong Kong. Lo escribió el fundador de la República Popular China, Mao Zedong. Al parecer, el que lo hizo creyó que se trataba de una falsificación. El manuscrito de Mao que rompieron en dos valía 252 millones de euros.
Robo mayor
Lo reseña el diario South China Morning Post. El manuscrito formaba parte de un grupo de objetos sustraídos el pasado 10 de septiembre del piso de un conocido coleccionista. En total, la pérdida era de 549 millones de euros. Era para la Policía como el mayor robo en la historia de la antigua colonia británica.
El pergamino contenía un poema escrito a mano por Mao (1893-1976). Y era el artículo más valioso de entre todos los robados. Entre ellos se encontraba también un sello de correos chino emitido en 1968 con el lema «Todo el país es rojo». Es uno de los más caros del mundo tras ser subastado por 13,8 millones de yuanes (2 millones de dólares, 1,7 millones de euros) en 2018.
Su dueño es el coleccionista Fu Chunxiao. Es miembro de la Sociedad Filatélica de Hong Kong y organizador de exposiciones de artículos de la revolución comunista china. Se encontraba de viaje en China en el momento del robo. Fue su hija quien denunció el hecho.
La ruta del pergamino
El pergamino de Mao lo compró un hombre por solo 500 dólares hongkoneses (64,5 dólares, 54,9 euros). Y, pensando que era una falsificación barata, lo cortó en dos pedazos para almacenarlo, ya que medía dos metros de altura.
Fue el propio comprador quien se entregó. Llevó las dos mitades del pergamino a la Policía después de que las autoridades hicieran un llamamiento público apenas doce días después del robo.
Mao fue líder del país durante 27 años. Fue responsable de iniciativas que causaron la muerte de millones de personas como la Revolución Cultural o el Gran Salto Adelante. Es estudiado también por su faceta poética y por sus dotes caligráficas. Su letra es empleada en numerosas ocasiones en los medios y edificios oficiales. Una muestra de ella está en el manuscrito de Mao que rompieron en dos, ignorando su valor. ¿Qué destino habrá tenido el resto de la colección robada? No sería raro que el valioso sello, por ejemplo, se venda como pisapapeles en algún sitio de empeños. Una pena.
