El cojín inteligente que te espía
¿Alguna vez trabajaste en una empresa que resultaba asfixiantemente opresora? Si eres como el redactor de este artículo, la respuesta es sí. Y si es así, entenderás lo que sintieron los trabajadores de Hebo Technology, en Hangzhou, China. A ellos les brindaron un cojín para sus sillas, que en teoría monitoreaba su salud. El cojín inteligente que te espía.
Espía oculto
Era un supuesto estudio del producto. Los dispositivos debían vigilar su salud. Muy pronto los trabajadores se dieron cuenta de que en realidad los estaban espiando. Presuntamente, el cojín pretendía anotar las malas posturas de una persona en la silla. Podía medir los ritmos cardíacos y la respiración para indicar el nivel de cansancio. Lo cierto era que mandaba a los jefes la información sobre los períodos en los que el empleado estaba ausente de su sitio de trabajo.
Los empleados de la empresa Hebo Technology en Hangzhou empezaron a darse cuenta de que algo estaba mal. El director de recursos humanos de la empresa empezó a preguntar sobre los largos descansos y las salidas anticipadas del trabajo.
La situación planteó cuestiones sobre la privacidad y la transparencia en el lugar de trabajo. Hay ahora un debate en línea sobre los límites de la vigilancia corporativa. Esto se reveló por una empleada en un post publicado a finales del año pasado en 19lou, un foro sobre el estilo de vida. Pronto, su historia se hizo viral.
Un gerente de la empresa le preguntó sobre los descansos de media hora que había tomado en su lugar de trabajo. También le amenazó con reducción de su bono anual por supuesta holgazanería. El cojín inteligente que te espía estaba haciendo su verdadero trabajo.
«¿Qué podría significar? Significa que todas las pruebas están en el cojín, ¡y mi jefe lo sabe! Ir a trabajar es como estar en la cárcel: esa sensación de estar constantemente vigilada. ¿Quién trabaja realmente de forma productiva cada minuto y segundo en la oficina, de todos modos?», escribió la empleada de Hebo.
La empresa se defiende
La empresa emitió una advertencia al gerente de recursos humanos por difundir los datos de los participantes sin permiso. Sin embargo, el director general de la empresa, Zhang Biyong, no estuvo de acuerdo. Defendió el derecho del gerente a saber dónde están los trabajadores.
«Si no están en sus asientos, no podemos recoger los datos», destacó Zhang refiriéndose al ensayo. La compañía diseña lo que llama dispositivos de salud discretos, como uno instalado en los colchones para medir el ritmo del corazón. La empresa defiende que esta obligación era por el bien de los empleados.
Pero, al igual que tú, querido lector, los empleados de la empresa no le creyeron.