El canal que haría de Estambul una isla
El megaproyecto de Turquía
Es una obra gigantesca que cambiará los mapas. Turquía las obras de construcción del canal de Estambul (Kanal Istanbul). Una infraestructura de 45 kilómetros de largo que unirá de forma artificial Europa y Asia por primera vez en la historia. Abrirá una nueva ruta navegable entre el mar Negro y el mar de Mármara. Es el canal que haría de Estambul una isla.
Costoso y criticado
Se inspira en los canales de Panamá y Suez. Las obras durarán 7 años, según informan los medios locales. El proyecto es muy polémico. Hay muchas posibles consecuencias ambientales y sociales.
El canal correrá en dirección sur-nordeste a través del llamado «corredor Küçükçekmece-Sazlıdere-Durusu». El gobierno turco defiende su proyecto. Así, asegura que servirá para aliviar el tráfico de buques por el Bósforo. Es una de las rutas marítimas naturales más estrechas y con más tránsito del mundo.
El canal se construirá con un coste de más de US$8.000 millones. Permitirá el paso diario de 185 barcos, frente a los 125 que atraviesan el Bósforo ahora.
Los megaproyectos urbanísticos y de obra civil se multiplicaron los últimos años. Son herramientas del gobierno de Erdogan para impulsar la economía turca. Erdogan es líder del Partido Justicia y Desarrollo -islamista de derechas. Lleva gobernando Turquía desde 2003, primero como primer ministro y, desde 2014, como presidente del país.
El proyecto suscitó críticas contundentes. Tanto en términos científicos como ecológicos, económicos y urbanísticos. El alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, calificó el Canal de Estambul de «proyecto asesino». Dice que agravará la dispersión urbana. Además, recaudará «ingresos inmerecidos» a costa del medio ambiente.
Los científicos también advierten riesgos. Por ejemplo, el cambio del nivel de salinidad del agua. Tanto del mar Negro como del mar de Mármara, mucho más salado.
Cambiando el mar
«Hay dos corrientes en el Bósforo. Es como cuando se separan el agua y el aceite de oliva. En el fondo del Bósforo hay una corriente (más densa) en dirección norte». Eso comenta Cemal Saydam, profesor de ingeniería ambiental en la Universidad Hacettepe de Ankara.
«Si decides unir los dos mares no puedes pensar en los próximos cinco o diez años. O en las próximas elecciones. Tienes que pensar en términos de tiempo geológico. Una vez que haces esto ya no hay vuelta atrás», afirmó el académico.
También tendrá impacto paisajístico. Afectará a una zona boscosa y obligará al desplazamiento de cerca de un millón de personas.
«Esto es lo último que necesitamos para Estambul y para Turquía. No puedo entender cómo se plantean un proyecto así. No es lógico ni realizable», afirmó Nuray Çolak, miembro del grupo Defensa del Bosque del Norte.
El canal que haría de Estambul una isla es un proyecto muy complejo. Una de esas obras que cambian la historia. Y a veces, también, la naturaleza. Eso no siempre termina bien.