Desaparece el mar de Aral, el cuarto lago más grande del planeta
Por primera vez en la historia el mar Aral, ubicado en Asia Central, entre las fronteras de Kazajstán y Uzbekistán, se ha secado totalmente. Lo que fue el cuarto lago más grande del mundo, con una superficie de más de 65 mil kilómetros cuadrados, ya ha desaparecido por completo convirtiéndose en un desierto de residuos tóxicos. La trasformación de este mar ha sido catalogada como un “terrible desastre ecológico y ambiental” y ha sido atribuida como no, a la acción humana.
La acción que más influyó en la transformación del mar de Aral, data de los años 60, cuando un proyecto impulsado por la Unión Soviética, desvió el agua de los ríos Syr Darya y el Amu Darya, que alimentaban a este inmenso lago, para rociar millones de hectáreas dedicadas a la producción de algodón y otros cultivos.
Con este desastre las comunidades que utilizaban el lugar para la pesca y la agricultura se fueron quedando sin recursos. Además el agua, que se volvió cada vez más salada, se contaminó con fertilizantes y pesticidas convirtiendo el lecho seco en un peligro para la salud pública al levantarse, con el viento, el polvo con sustancias químicas agrícolas.
En la primera década, entre 1960 y 1970, el nivel del mar Aral se redujo a un ritmo de 20 cm al año, aumentando al triple en la década siguiente y a casi un metro anual durante 1980.
En 1987, el lago se terminó partiendo en dos: el mar de Aral Norte y el mar de Aral Sur y para el 2001 el lado sur se subdividió formándose lóbulo oriental y el lóbulo occidental.
En el 2003, fue oficial que el mar Aral Sur estaba desapareciendo más rápido de lo que se había previsto. 3, 5 metros de los que se había previsto en 1990.
Entre 2005 y 2009, se condenó definitivamente a este lugar cortando el flujo del río Amu Darya. Entre 2009 y 2014 estuvo alternativamente entre seco y húmedo. Los niveles de agua fluctuaron anualmente. Las condiciones secas en el 2014 causaron que el lóbulo oriental del mar del Sur se secara por completo por primera vez en los tiempos modernos.
La desaparición del Mar Aral es considerado uno de los desastres ecológicos más grandes de la historia, que además, ha repercutido en la economía de las comunidades de la región, dado que ya no pueden dedicarse a la pesca ni a la agricultura. También se advirtió que la población cercana al mar de Aral presenta una incidencia elevada de enfermedades pulmonares y otras patologías.