Cuando decimos que alguien se hace el sueco, nos referimos a que esa persona se está haciendo el distraído de manera voluntaria para no darse por entendido o aludido, y así escaquearse de hacer o enterarse de algo. Está claro el significado que tiene y es conocido por todos, sin embargo, conocer su origen es mucho más complicado.
Hay diversas fuentes a cada cuál más curiosa. Según José María Iribarren el inicio de esta frase estaría en el origen etimológico de la palabra ‘zueco‘, que deriva de la palabra latina ‘soccus‘. El zueco es un zapato de madera de una pieza o un zapato de cuero con suela de madera o corcho, amén de ser el tipo de pantufla que llevaban los actores de comedia en el teatro romano.
Según apunta el Gran diccionario de refranes, la expresión únicamente hace referencia a una supuesta actitud de disimulo propia del pueblo sueco, teoría que rechaza el propio Iribarren refiriéndose a que esta actitud no es demasiado cierta.
Otra teoría habla de embarcaciones suecas que atracaban en puertos españoles. Según Fernando Álvarez Montalbán, el origen estaría en los tratados comerciales entre España y Suecia, que otorgaba de suculentas ventajas a los suecos en comparación con otros países enemigos (Inglaterra, principalmente). Los suecos no pagaban aranceles permitiendo así un comercio libre, mientras que otros países tenían que ‘pasar por caja’. Así pues, no es de extrañar que comerciantes de otros países aprovechasen esta situación y colocasen en sus barcos la bandera sueca, con el consentimiento de los suecos que se hacían los tontos antes dichas triquiñuelas a cambio de una compensación económica.
Para terminar, una teoría menos extendida afirma que parte de este refrán viene de una conversación de Napoleon con un diplomático sueco, que fingía no entenderle para así no cumplir con las exigencias del prestigioso emperador francés.
Como ves, hay teorías para todos los gustos. ¿Cuál será la correcta? No lo sabemos, pero si alguien pregunta alguna vez de dónde viene dicha frase, puedes elegir entre contarle las cuatro o contar tu preferida.
