Estudiantes de la Universidad SRM en Chennai, India, un país donde se registran mas de 21000 violaciones al año, desarrollaron un sujetador que podría servir de herramienta de defensa a potenciales víctimas de ataques sexuales. Equipado de circuitos eléctricos y sensores de presión, este sostén detecta una agresión y transmite una descarga eléctrica de 3,800 kV al agresor.
El sujetador desarrollado por Manisha Mohan y Rimpi Tripath, ambas estudiantes de ingeniería, también incluye módulos de localización satelital GPS y GSM y sus desarrolladoras trabajan para sincronizarlo con teléfonos inteligentes a través de bluetooth e infrarrojo.
El objetivo es que los sensores de presión identifiquen una agresión y el teléfono pueda enviar una alerta a la policía y a los familiares de la víctima de con la ubicación exacta gracias al localizador integrado en el sostén.
La parte interna del sujetador se encuentra aislada por un plástico, para que las descargas no afecten a su portadora. Además la prenda viene con un botón que permite encenderlo y apagarlo en caso de querer diferenciar entre un contacto sexual voluntario y uno involuntario.
El sistema se encuentra en la parte superior del sostén y la descarga se genera en el momento en que el agresor activa los sensores de presión a través del tacto.
«Decidimos ubicarlo de esta manera después de que algunos sondeos indicaran que los acosadores tienden a tocar los pechos antes de cualquier otra parte del cuerpo», explica Manisha.
«Debido a que los legisladores tardan mucho en emitir leyes justas y aun después de eso las mujeres están inseguras (…) tuvimos la idea de la autodefensa que protege a las mujeres de acoso doméstico, social y en el trabajo», indicaron las creadoras.
«Estamos decididas a hacer que este proyecto sea implementado fácilmente».
El proyecto denominado «Society Harnessing Equipment» (SHE) ganó el premio anual de Innovación Tecnológica Juventud Gandhiana, otorgado por el «Sristi» y el sitio «Techpedia.in», dedicado a promover la cultura de la innovación entre los jóvenes del país.
Bajar el costo de la prenda es uno de los retos a los que se enfrentan los tres estudiantes, pero según Manisha, la intención es convertirlo en un sostén «accesible a todas las mujeres, sin importar las clases sociales».
