Cierra el bar de Valencia que permitia fumar a sus clientes
Dos años ha durado el desafío a la ley antitabaco por parte de Rodrigo Arroyo, el propietario del bar que aun permitía fumar a sus clientes en su interior.
Se ha visto obligado a cerrar su negocio, ya que acumula 640.000 € en multas.
El dueño del bar dice no arrepentirse y estar orgulloso de haber aguantado todo este tiempo, dijo que lo mantendría abierto hasta que le fuera rentable y así ha sido.
Presumía de haber recuperado el 60% de su clientela que antes había perdido debido a la ley,incluso regalo tabaco a sus clientes.