Calabazas gigantes de hasta 680 kilos que han sido talladas y convertidas en mandíbulas con colmillos afilados y monstruosas formas darán la bienvenida estos días a los cientos de personas que pasan por la Grand Central de Nueva York a diario. 
El acto que comenzó el viernes da el pistoletazo de salida al fin de semana de talla de calabazas gigantes en el Jardín Botánico de Nueva York; el preámbulo de la fiesta de Halloween.
“Da igual el tamaño, grandes o pequeñas, que las calabazas son un material genial para trabajar”, explicaba el tallador Ray Villafane, mientras que seguía trabajando en una de sus creaciones. “Cuando tallas un rostro o algo en ella, es formidable ver cómo una fruta cobra vida”, insistía.
Este año se han superado todos los récords. Una de las calabazas que Villafane y otros compañeros esculpieron tenía 678 kilos. Le dieron forma de “criatura carnívora» con dientes temibles. Pero hay calabazas todavía más grandes en el Jardín Botánico situado en el barrio del Bronx, entre ellas, una de 921 kilos de Napa, California.
El jardín acogerá una exhibición de más de 500 figuras talladas en una muestra que durará, hasta el gran Día de las Brujas.
