Cada vez hay más días de calor extremo
Se siente el calor (y el peligro) en el aire. Y es que cada vez hay más días de calor extremo en el mundo. Las veces en que se llega a los 50º C se han duplicado desde 1980. Además, también se registran esas temperaturas en cada vez más áreas del mundo. Es un reto sin precedentes para nuestra salud y la forma en que vivimos.
Récords de calor
Las veces que llegamos a 50º C se incrementó en cada una de las cuatro décadas pasadas. Entre 1980 y 2009, fue unos 14 días al año de media. La cifra aumentó a 26 días por año entre 2010 y 2019.
«El aumento puede atribuirse en un 100% a la quema de combustible fósiles». Lo dice la Dra. Friederike Otto, una destacada científica climática. Las temperaturas extremas se vuelven más probables y más intensas. Pueden ser mortales para los seres humanos y la naturaleza. Además, pueden causar problemas importantes en los edificios, las carreteras y los sistemas de energía.
Esto ocurre sobre todo en las regiones de Medio Oriente y el Golfo. Este verano hubo temperaturas récord de 48,8° C en Italia y 49,6° C en Canadá. Llegaremos a 50° C en otros lugares a menos que reduzcamos las emisiones de combustibles fósiles.
«Necesitamos actuar con rapidez. Cuanto más rápido reduzcamos nuestras emisiones, mejor estaremos todos». Eso explica la investigadora climática Sihan Li. «Estos eventos se volverán más severos y frecuentes», advierte.
Sequías en el mundo
En la última década, las temperaturas máximas aumentaron 0,5° C en promedio. En Europa del Este, el sur de África y Brasil algunas temperaturas máximas aumentaron en más de 1° C. El Ártico y Medio Oriente registraron aumentos de más de 2° C.
Incluso por debajo de 50° C, las altas temperaturas y la humedad pueden crear graves riesgos para la salud. Hasta 1.200 millones de personas enfrentarían condiciones de estrés por calor para el año 2100. Esto lo confirma un estudio de la Universidad de Rutgers publicado el año pasado. Es el cuádruple de lo que sucede ahora.
Si cada vez hay más días de calor extremo, también cambia el paisaje. El calor extremo aumenta la probabilidad de sequías e incendios forestales. Esta condición hará más frecuentes incendios como los que asolan California.
Sí, el calor está llegando. Si no hacemos algo para detenerlo pronto, nos abrasaremos en él.