Ann Elizabeth Isham se subió a un bote de rescate y su posibilidad de sobrevivir al hundimiento del Titanic estaba casi asegurada. Nada mas subir al bote pregunto por su perro pero le dijeron que su perro no podia subir ya que se priorizaba la vida de otros pasajeros y un perro tan grande como son naturalmente los gran danés no podía subir al bote.
Inmediatamente la mujer de 50 años de edad salio corriendo del bote buscando a su perro. El dato curioso es que días después del hundimiento ,del majestuoso barco, se encontró el cuerpo sin vida de la pasajera y su perro, ella seguía abrazada a el.
Fuente: http://blogs.tn.com.ar/mascotas/2012/04/17/la_triste_historia_de_una_pasajera_del_titanic_y_su_perro/
