James Barr, residente en el condado de Essex, Reino Unido. estaba interesado en saber cuán listo podía ser y decidió presentarse a un test que midiera su cociente intelectual. El inglés, padre de una adolescente de 12 años llamada Nicole, decidió que su hija le acompañase a la prueba ya que siempre había demostrado una gran capacidad para las matemáticas y los problemas de lógica.
La sorpresa llegó a la hora de saber los resultados de dicho test, y es que la hija de James, Nicole Barr, obtuvo una puntuación de 162, lo que significa que es superdotada (ya que una puntuación superior a 140 implica ser superdotado), y superando por dos puntos a otras mentes maravillosas conocidas por todo el mundo como lo son Albert Einstein y Stephen Hawking.
Nicole Barr tiene una vida de lo más humilde. Su padre trabaja arreglando asfaltos y su madre, Dolly Burckland, es ama de casa, un hogar un hogar que ocupan los tres y la hermanastra de Nicole en una caravana en un poblado gitano. La noticia, que ha dado la vuelta a todo el mundo, puede servir a Nicole para cumplir su sueño, que no es más que poder acceder a la universidad y cursar pediatría, el objetivo con el que sueña desde que era una niña.
La chica prodigio suele ocupar su tiempo libre a cantar, bailar, leer y a actuar en obras de teatro. Pese a que ha declarado que el resultado ha sido una sorpresa, para sus profesores no lo ha sido tanto, pues Nicole podía entender álgebra compleja con tan solo 10 años.
La exclusiva asociación Mensa, con 110.000 superdotados en su organización, ha aceptado ya a Nicole Barr entre sus miembros, pasando a formar del 8% de ocupantes con menos de 16 años.
