La carne es conocida por sus nutrientes; si comes una variedad de carnes de origen animal, puedes obtener todos los aminoácidos que necesites para fabricar tus propias proteínas corporales y vitaminas como B12, niacina, tiamina, B5, B6, B7 y vitamina A y K.
Pero aquí viene la cuestión: si intercambias toda esta proteína animal por una dieta igualmente diversa a base de plantas como nueces, semillas y frijoles, obtendrás los mismos nutrientes y, además, absorberás mejor la vitamina B12.
Esto son palabras de Andrea Giancoli, dietista de California que dice que las proteínas a base de plantas son mucho más saludables que su contraparte cárnico. Esto se debe a que, gramo a gramo, se empacan más nutrientes en menos calorías.
También tienen un elemento que no se encuentra en la proteína animal: fibra. Ayuda a la digestión, promueve un microbioma intestinal saludable y está fuertemente asociado con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Los metaanálisis que comparan las personas que comen proteínas animales y vegetales encontraron que, incluso después de reajustar otros factores influyentes, como la clase socioeconómica, el peso y los hábitos deportivos, quienes obtienen sus proteínas de las plantas tienden a vivir vidas más largas y saludables, tienden a tener menos enfermedades cardiovasculares y menos casos de cáncer.
Otro factor a tener en cuenta es que normalmente la carne viene acompañada de grasa, algunas saturadas, que son aquellas que son sólidas a temperatura ambiente y tienden a contribuir a las enfermedades cardiovasculares; esto puede, a la larga, obstruir las arterias por culpa de los lípidos de baja densidad.
