Un programa, fruto de la colaboración de expertos en tecnología de juegos de azar y los investigadores de la salud en el Centro de BrainHealth en la Universidad de Texas en Dallas, simula las experiencias cotidianas y situaciones sociales que suelen ser difíciles para las personas con trastornos de autismo o de ansiedad. Es sólo un ejemplo de una tendencia cada vez mayor en el uso de los videojuegos como formas de terapia.
La experiencia de inmersión permite a los usuarios entrenar sus respuestas y manejan ciertos escenarios para prepararse para la vida cotidiana.
La doctora Sandra Bonos Chapman, fundadora y directora del Centro de BrainHealth dice que el Centro de BrainHealth comenzó a usar una plataforma de realidad virtual hace más de siete años para ver cómo aprovechar la tecnología en un entorno seguro, controlado podría inducir cambios cerebrales, cognitivos y sociales de la vida real.
Diseñado para personas de entre 8 y 40 años de edad, el Centro de BrainHealth actualmente administra 10 horas de juego a lo largo de cinco o seis semanas.
Minecraft , Mario Kart , Nintendo Land, son algunos de los videojuegos que se utilizan como terapia.
