Hotel de lujo recrea condiciones de pobreza para los turistas
En la ciudad sudafricana Bloemfonteine, una cadena de hoteles llamada Emoya Luxury Hotel & Spa, ha adecuado un complejo de apartamentos para simular las villas sudafricanas que viven en la miseria. Este complejo denominado El Shanty Town, bajo el lema «Jugar a ser pobres por un rato», ha sido diseñado para turistas de alta clase social que quieran sentirse, por unos días, como pobres, sin hundir los pies en el barro.
La «villa pobre» tiene 12 cabañas que mantienen una fachada de pobreza, con casas de chapa y madera, para que los que fantasean con ser indigentes durante unos días no abandonen, al mismo tiempo, la comodidad. Los alrededores y la historia del lugar fueron reconstruidos a los fines del negocio: las casillas están inmersas en un ambiente de desechos (colocados a modo de escenario), el baño se encuentra fuera de las casas y se anima a los turistas a calentar el agua en hogueras callejeras.
La página web de Shanty Town señala: «Ahora usted puede experimentar cómo es alojarse en una casilla dentro una reserva privada. Es la única villa en el mundo equipada con calefacción y con conexión inalámbrica… Las casillas son ideales para el trabajo en equipo, fiestas temáticasde lujo o para tener una experiencia de vida», vende la compañía. «Nuestro parque temático es completamente seguro y amigable para los niños»
Por un precio estimado por noche de unos 80 dólares (150 mil pesos colombianos), equivalentes a la mitad del salario medio mensual sudafricano, adultos y niños podrán pasar una noche en una cabaña similar a las que hay en áreas de escasos recursos de ese país. La idea, según el Emoya Luxury Hotel, es poner a los turistas en contacto con la pobreza de Sudáfrica.
Pero la experiencia no es del todo completa ya que las cabañas están ubicadas en un espacio privado que le pertenece al hotel. Allí los huéspedes cuentan con electricidad, acceso a Internet, calefacción, baño con ducha, y otras comodidades.
Lógicamente, esta especie de ficción hecha para que los ricos puedan experimentar vivir como los pobres, recibió críticas diversas. En especial, considerando que en África la mayoría de la población vive en condiciones de extrema miseria.