Los seres humanos coleccionamos innumerables tipos de cosas, existen colecciones que no tienen ninguna utilidad, pero existen otras que quizá si la tengan y no nos hayamos dado cuenta.
Como es el caso de las xilotecas, donde lo que se almacena son maderas de todo tipo. ¿Y para qué? Pues desde el punto de visto científico este tipo de colecciones permite conocer el valor económico, físico y químico de cada muestra de madera almacenada.
Todos los países tienen una xiloteca nacional, con muestras de las maderas del propio país y de otros muchos, muchos museos, escuelas y empresas se basan en los conocimientos que se tienen de estos materiales.
En España, la mayor xiloteca que se conoce es la de Manuel Soler, en Denia (Alicante), con más de 3.000 muestras, pero a pesar de su importancia nacional está lejos de las xilotecas de otros países, como la de Samuel James, Record Memorial Collection sita en la Universidad de Yale en New Haven, Estados Unidos, que tiene unas 60.000 muestras. O el Museo Real de África Central en Tervuren, Bélgica, con más de 57.000 tipos de madera diferentes.
