Los lugares más curiosos que debes visitar en Roma
Sólo el sobrenombre merece nuestra atención. La Ciudad Eterna, cuna del mayor imperio jamás conocido, ha visto pasear por sus calles grandes artistas de todos los tiempos y de ello dan fe sus numerosas fuentes, plazas, palacios o iglesias. Es importante organizar bien un itinerario para poder verlo todo. Lo primero es elegir las fechas, mejor ir en otoño o primavera que es cuando las temperaturas son más agradables. Elige un alojamiento cerca del centro o de alguna parada de metro para poder moverte fácilmente. Ayudándote de páginas de reservas online como venere puedes ver la lista de opciones disponibles, y así tener todo preparado para pasar unos increíbles días en una de las ciudades más mágicas y con más historia de la bella Italia. Estos son algunos de los lugares más curiosos que no puedes perderte en tu visita:
- La boca de la Verdad. En el pórtico de la Basílica de Santa María en Cosmedín se encuentra esta obra de arte sobre la que pesa la siguiente leyenda: todo aquel que al introducir su mano en ella diga una mentira se quedará sin ella, pues la boca se cerrará y le comerá la mano. ¿Te atreves?
- El Museo Nacional de las Pastas. Sólo para los paladares más exquisitos, este museo alberga en sus vitrinas la historia del alimento italiano por excelencia, la pasta, desde la época de los primeros etruscos hasta hoy.
- La iglesia de Santa Cecilia. Esta pequeña iglesia, que acoge los restos de la protectora de los músicos, fue erigida en el siglo XII y en su interior las ruinas romanas son la puerta de entrada a una preciosa cripta bizantina dedicada a la santa.
- La columnata de la Plaza de San Pedro. En la Plaza del Vaticano se hizo diseñar y construir a Bernini una columna un tanto especial. Dicha columna tiene un obelisco central que permite ver a los incrédulos como las cuatro columnas que la forman se transforman en una sola. Un impresionante efecto óptico como pocos.
- El Museo de las Almas de los Difuntos. Levantado en honor de los espíritus que están en el purgatorio, es decir, a aquellas cuyo destino no se decidirá jamás, es un espacio plagado de señales de estas almas en forma de huella o quemadura. Un auténtico viaje más allá de lo conocido.
Otros lugares dignos de mención son la Cripta de los Capuchinos en la Iglesia de Santa María de la Concepción, la Fuente de los Cuatro Ríos en Plaza Navona o la Casa-Museo de John Keats-Mary Shelley en la Plaza de España.