Los microbios intestinales podrían ayudar a tratar el párkinson
Muchas personas con la enfermedad de Parkinson también experimentan síntomas digestivos, como el estreñimiento, durante algún tiempo antes de su diagnóstico. Sin embargo, hasta hace poco, la investigación sobre esta enfermedad degenerativa se ha centrado en la comprensión de cómo funciona el párkinson en el cerebro.
En un nuevo estudio publicado esta semana en la revista Cell, los investigadores del Caltech encontraron que los cambios entre el tipo y el número de microbios en el intestino pueden ayudar a determinar si la persona va a desarrollar párkinson. Esta nueva comprensión de la enfermedad podría ayudar a los investigadores a encontrar mejores formas de tratarla.
Estudios anteriores sobre la microbiota del intestino -el conjunto de bacterias en dicha sección del cuerpo- han encontrado que las personas con la enfermedad de Parkinson tenían diferencias significativas con aquellas personas sin dicha patología. Pero todavía no estaba claro qué microbios se relacionaban con la enfermedad. Para resolver el puzzle, los investigadores tomaron muestras de la microbiota de una persona con párkinson y otra saludable, y a continuación las trasplantaron en ratones criados en un ambiente libre de gérmenes. Estos ratones estaban modificados genéticamente para sobre-expresar la proteína α-sinucleína (alfa-sinucleina), que causa la característica acumulación de placa que provoca el párkinson.
Los ratones que recibieron los microbios de los pacientes con la enfermedad de Parkinson mostraron más pérdida de control sobre la actividad motora que aquellos ratones que recibieron microbiota de personas sanas. Esta es la primera vez que los investigadores han visto que el párkinson empeora en ratones por medio de microbios intestinales que podrían estar asociados. Mientras que los científicos aún no saben con exactitud qué microbios están relacionados con la enfermedad de Parkinson, la relación causa-efecto es una evidencia de que las bacterias juegan un papel importante.
«Este estudio es realmente un paso adelante en la investigación microbiótica», afirma Justin Sonnenburgo, profesor de microbiología e inmunología de la Facultad de Medicina de Stanford. Los experimentos, dice, «muestran claramente que los microbios podrían desempeñar un papel importante en la enfermedad de Parkinson».
En el futuro, los investigadores planean analizar la microbiota intestinal de las personas con párkinson para averiguar qué microbios podrían estar involucrados. Si pueden ser identificados -y si estos microbios son realmente parte integral de la enfermedad, lo que sugiere este estudio- entonces tal vez podría recetarse probióticos o cambios en la dieta para ver si se puede tratar o prevenir dicha patología.