Mediante el análisis de proteínas en la piel de tres momias de 4.200 años de antigüedad, un equipo de científicos ha podido determinar que, por entonces, sufrían enfermedades mortales tales como el cáncer, además de enfermedades infecciosas, pudiendo ser la causa de su fallecimiento.
Al describir su trabajo en ‘Philosophical Transactions of the Royal Society A’, los autores del estudio explican que la edad de las tres momias se determinó mediante la datación por radiocarbono de los textiles de los cuales estaban envueltos, pudiendo datar las momias en el primer periodo intermedio de Egipto, época caracterizada por la aridez, sequías y hambre.
La sequía y la hambruna debilitan el sistema inmunológico del cuerpo, aumentando el riesgo de propagación de enfermedades infecciosas. Por lo tanto, aunque no hay registros médicos oficiales relacionados con el periodo, no es sorprendente que muchos textos antiguos describan esta época con palabras como «caos» o «muerte».
Las tres momias se encuentran actualmente en el Museo Egipcio de Turín, en Italia. Las proteínas aisladas de la piel de uno de ellos, llamado Idi, incluye proteínas relacionadas con el cáncer de páncreas.
El análisis del tejido de la piel de una de los sujetos, llamada Khepeshet, reveló la aparición de una proteína relacionada con una respuesta inmune a una infección grave. Como muchas de estas proteínas se relacionan con una infección bacteriana en los pulmones, los autores sospechan que Khepeshet pudo haber muerto a causa de una enfermedad respiratoria, como la tuberculosis.
Por desgracia, no se pudieron recoger suficientes datos de la tercera momia como para permitir a los investigadores determinar la causa de su muerte. En cualquier caso, este trabajo abre una ventana fascinante al pasado, lo que permite a los científicos revivir muchos aspectos perdidos.
