Una noche de 1923 miles de perros aullaron durante horas. Al día siguiente murieron 142.807 personas en un terremoto
El mayor desastre de Japón
Una noche de 1923, en una amplia zona de Japón, miles de perros aullaron durante horas sin ningún motivo aparente. Al día siguiente, 1 de setiembre, morían 142.807 japoneses en uno de los terremotos más terribles de la historia.
La primera sacudida se producía a las 11:58 horas. Procedente de una falla sísmica a seis millas bajo el fondo de la Bahía de Sagami, unas 30 millas al sur de Tokio. Un segmento de 60 millas cuadradas perteneciente a la placa oceánica filipina se quebró, impulsándose hacia la placa continental eurasiática. Esto liberó una inmensa cantidad de energía tectónica.
Apenas unos minutos después del primer impacto siguió una serie de olas gigante o «tsunami» de 12 metros de altura, arrasando todo a su paso y llevándose por delante a miles de personas. Después llegaron los incendios que barrieron multitud de edificios y casas tradicionales de madera en Yokohama y Tokio. Esto abrasó a todo lo que se cruzó en el paso de las llamas, incluyendo a miles de víctimas adicionales que perecieron.
Este suceso constituyó entonces el peor desastre natural en azotar Japón hasta la fecha, un país ya de por sí proclive a los seismos. Se le conoce como el Gran Terremoto de Kantō.