Un rayo mata a 114 ovejas y 12 vacas
Los habitantes de una pequeña aldea aymara en los Andres bolivianos se llevaron un buen susto hace un par de días cuando durante una tormenta eléctrica cayó un rayo que mató a 114 ovejas y 12 vacas.
Tras el impacto, las ovejas muertas quedaron esparcidas por el cerro con la lana chamuscada, según ha informado a los medios Pánfilo Chura, secretario de la alcaldía de Achacachi, a 80 kilómetros al norte de La Paz donde se ubica la comunidad Yacachi Grande, donde ocurrió.
El estruendo fue tal que tiró al suelo al pastor y dueño del rebano, un anciano de 80 años que salió ileso, pero que ahora ha perdido todo su ganado.
“El rayo sonó tan fuerte que pareció que el cielo se rompía”, relataba un testigo a la televisión local.
El viernes por la mañana, antes de enterrar a los animales muertos, los indígenas prepararon una ofrenda a la Pachamama (Madre Tierra) para calmar la furia de los dioses de las montañas, costumbre que ya hacían sus antepasados como explican los antropólogos, y es que para los indígenas aymaras de la zona andina, los rigores del clima se deben a la ira divina.
Precisamente en esta zona del altiplano son frecuentes las granizadas y tormentas eléctricas en temporada de lluvias pero nunca había caído un rayo con tal potencia como para matar a tantas ovejas y vacas.