El capitán de un barco pesquero, Bobby Stoddard, de 51 años, capturó a una extraña langosta de color azul en Nueva Escocia. «Esta es la única que he visto. Mi padre ha sido pescador de langostas durante 55 años, atrapó una igual que ésta hace unos 45 años pero no había vuelto a ver ninguna igual», afirmó a una cadena norteamericana. Según el Instituto de Langostas de la Universidad de Maine, las langostas azules son un fenómeno que ocurre de uno entre dos millones. La explicación al fenómeno seria una posible mutación genética, que provoca que la langosta produzca una excesiva cantidad de una proteína que la da un aspecto azulado. Bobby ofreció su hallazgo a un instituto de investigación oceánico, pero «no le interesaron», dijo. Quiso venderlo por Internet, pero finalmente canceló la venta al verse presionado por llamadas y emails. La langosta permanece en un tanque del negocio de Bobby, siendo alimentada con trozos de pescado. «Seguramente la devuelva al mar, aunque antes me gustaría que la viese el mayor número de personas posible».
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