La tortuga china de caparazón blando (Pelodiscus sinensis) posee un característico hocico semejante al de un cerdo. No es difícil encontrarlas en China, donde se crían en granjas para usarlas en alimentación.
Recientemente se ha descubierto una característica peculiar en estos animales. Posee una especie de branquias en la boca que utiliza para expulsar el exceso de nitrógeno que consume en la dieta, y que forma urea (un compuesto que nosotros expulsamos con la orina). Sin embargo, al vivir en ambientes muy salados, y debido al equilibrio osmótico, para expulsar la urea con la orina la tortuga tendría que ingerir enormes cantidades de agua. Por lo tanto, se cree que evolutivamente ha adoptado este mecanismo debido a que es más eficiente. Los peces también lo usan, aunque sus branquias no se encuentran en la boca.
