Cuenta la leyenda que, en el siglo V d.C., San Patricio exterminó las serpientes de Irlanda conduciéndolas hacia el mar. Parece que hizo un buen trabajo, ya que a día de hoy la isla británica está libre de estos reptiles de forma nativa.
Pero la realidad es que Irlanda nunca tuvo serpientes. Por lo tanto, si éstas se encuentran en casi todas las partes del mundo, desde Australia hasta el círculo polar ártico, ¿por qué no se encuentra en esta isla?
Por un lado, se trata de una isla. El mar que envuelve a Irlanda es de más de 80 kilómetros de ancho; eso sería un baño un tanto duradero para un animal terrestre. Una serpiente de mar podría tenerlo un poco más fácil, pero éstas viven en aguas tropicales cálidas, no en el helado Atlántico.
Sin embargo, puedes estar pensando que el Reino Unido también es una isla, y sí tiene serpientes. Y es cierto. Pero durante mucho, ni Gran Bretaña ni Irlanda fue hogar de estos reptiles, La edad de hielo hizo que las islas fueran inhóspitas para las serpientes, cuyos cuerpos de sangre fría necesitaban calor del clima para sobrevivir. Los glaciares se derritieron hace 10.000 años atrás, dejando al descubierto de tierra entre Europa y Gran Bretaña, y otro entre Gran Bretaña e Irlanda, lo que permitía un paso fácil a las islas. Así pues, los animales procedentes de Europa tenían tiempo para colonizar el Reino Unido, pero sólo tres especies de serpientes lograron establecerse en Gran Bretaña. Ninguna de las tres mantuvieron su movimiento hacia el oeste, así que no llegaron a Irlanda. No hay ninguna evidencia de que los reptiles se deslizaran hacia el país.
Otras islas que no tienen serpientes son Nueva Zelanda, Hawaii, Groenlandia, Islandia y la Antártida. Sin embargo, la ausencia de serpientes parece un tanto milagroso, ya que el comercio de mascotas y el potencial que tienen estos reptiles son dos fenómenos que no han conseguido, aún, poblar dichas zonas.
En Guam, la Boiga irregularis (o serpiente marrón del árbol) se ha vuelto tan omnipresente que ha diezmado la población de aves de la isla. La masacre ha sido tal que las autoridades locales han recurrido a medidas desesperadas para tratar de erradicarlas. En diciembre de 2013, por cuarta vez, lanzaron ratones muertos desde helicópteros en la isla. Los ratones tenían una dosis suficientemente alta de acetaminofén para matar a la serpiente que se lo comiera. Los lanzamientos desde el aire tuvieron éxito, pero la solución es sólo temporal.
